No Te Sientas Mal Si Te Sientes Muy Feliz

Y ya se que tu sabes a lo que me refiero cuando digo esto de “No te sientas mal cuando te sientes muy feliz.”

Hoy la verdad me dieron ganas de escribir algo que sea un poco mas positivo, ya que siento que las unicas veces que escribo es cuando me siento triste, enojada, perdida o confundida. Pero el otro dia despues de tantos años me quede quieta, vi a mi alrededor y me senti feliz, me senti completa, me senti deseada.

Ya han pasado muchos años en los cuales nunca eh podido decir esa frase ni mucho menos sentirla pero…

!Hoy me siento muy feliz!

Aunque te digo algo, me siento un poco rara al sentirme así, como que no se que hacer o porque me siento así, feliz, o si en verdad tengo el derecho de ser feliz?! Y luego digo, pero que onda con estos pensamientos tontos? De que si merezco o no ser feliz. Creo que la verdad todos esos pensamientos se deben a la forma en que crecimos o de la forma que fuimos criadas.

Ya sabes, con esos tratos de padrastros, madrastras, tías o tíos envidiosos, familiares cerrados de la mente que siempre nos inculcaron el ser infelices, nos hicieron batallar, sufrir y siempre querer ser las mártires, de los que arruinaron nuestra infancia y de que nunca tuvimos la oportunidad de ser plenamente felices o sonreír porque según no debíamos ser felices, o porque creciendo siempre te dijeron no digas que eres feliz, ya que hay varias personas envidiosas que harán o te desearan lo peor para que no lo seas.

Pero sabes que, a la fregada con lo que piensen las personas, las envidiosas que solo quieren verte mas abajo que ellas, a las que les hace feliz el verte batallar, el verte triste el verte fracasar.

Al diablo con las que se llenan de felicidad al ver como te peleas con tu novio u amigo o esposo. A las que dicen “mira a esa como la están haciendo pendeja, se la da de muy feliz subiendo fotos con su peor es nada y aquel wey le ando poniendo los cuernos”. Y que, y que si te los están poniendo o no, es muy tu problema y aquel wey no es toda tu felicidad. Aquel wey no dicta lo que eres, ni lo que seras.